Quiero escribirte unas
palabras desde lo más profundo de mi corazón. A diferencia de la carta que le
redacté a tu hermana Juliana a los pocos días de nacida, a ti he tenido la
oportunidad de ya conocerte por casi siete meses ya. Dicen que el segundo hijo
siempre viene un poco estafado, después de todo terminas heredando muchas cosas
de tu hermana y eres feliz al hacerlo. También tienes que compartirnos a
nosotros, tus padres, con ella y aunque ese siempre ha sido tu vivir, no fue así
el de tu hermana. Al principio ella te tenía muchos celos aunque ya esa etapa pareciera
haber culminado. Yo sin embargo me quisiera enfocar en realidad en las ventajas
con las que naciste. Te recuerdo que yo también fui el segundo hijo en mi
familia y sé por lo que vas a pasar. Dicho esto, yo encontré en mi hermano no
solo a mi mejor amigo sino también a un compañero de toda una vida. Espero que
a pesar que tengan diferentes sexos y criterios puedan tener ese tipo de relación
que yo tanto valoro.
Quisiera tomarme el atrevimiento
de decir que el embarazo de tu madre contigo no fue tan exhaustivo como con
Juliana. Después de todo ya sabíamos lo que se venía. Si bien igual existía algo
de incertidumbre y ansiedad, eso era opacado por el positivismo y el amor que
te tuvimos desde el primer segundo de tu existencia. Naces de unos padres con
menos miedo a criarte, con un poco más de seguridad en nuestro papel y cómo
debemos llevarlo a cabo. Te tomaste un poco más de tiempo para nacer, pero más
que nada fue debido a tu tamaño y peso. Dicho esto, los primeros meses, y más aún
los primeros días siempre son los más difíciles. Recuerdo claramente que la
primera noche te costó respirar. Tenías algo de líquido en las vías respiratorias
que tuvieron que sacarlo con una pera de succión. Era evidente que no iba a
poder cerrar el ojo con tremenda preocupación, pero el cansancio fue tanto que
eventualmente caí. Tener a esta nueva personita a lado nuestro, tan vulnerable
y dependiente de nosotros es más que una bendición, pero a la vez acarrea
sentimientos de impotencia y miedo.
Tienes que comprender que
apenas naciste, y hasta 9 meses antes en el vientre de tu madre, ya no podíamos
imaginar nuestras vidas sin ti. Me conmueve pensar que desde ese momento fuimos
una familia de cuatro y mi objetivo principal es que siempre estemos los unos
para los otros a lo largo de nuestras vidas. También no quisiera pecar de
sexista ni de tradicionalista, pero me da una tranquilidad que vaya a haber
otro hombre en la casa. Tienes que entender que las mujeres pueden ser igual o
hasta más fuertes que los hombres. Al final del día todo se basa en tu carácter
y en la confianza que tengas en ti mismo para afrontar adversidades. Sin
embargo, hay algo que le pesa a un hombre, y esto creo que debe ser genético, y
es la defender a su familia a como de lugar. Esto lo digo evidentemente porque
soy hombre, pero asumo con más seguridad que el amor de madre y el vínculo que
tiene con su hijo puede ser hasta más fuerte. Tu madre te adora y eres el niño
de sus ojos. A veces me cuestiono a dónde podríamos llegar para defender a
nuestra familia y creo que no hay límite. El amor incondicional es el mejor
motivante para proteger a los tuyos. Llegará un día en que yo ya no mantenga la
misma fuerza, y el saber que estás ahí para tu madre y tu hermana me da más
tranquilidad.
Siempre quise tener un hijo y
espero que a lo que leas esta carta siga manteniendo mi espíritu joven y no
haber sucumbido a lo realista, a lo inerte. La carrera que practico me enorgullece,
no solo por el hecho que finalmente hago algo que me hace feliz, sino porque es
prueba suficiente, y a la vez un logro, de que todo se puede alcanzar en la
vida. Menciono esto porque espero que lo que yo hago te guste lo suficiente para
que me puedas acompañar en lo incierto y poco tradicional de mi profesión. Si
no te gusta, tampoco hay problema. Estoy seguro compartiremos actividades que
nos gusten a los dos. Es que el amor incondicional se basa en eso. Podré tener
mil planes y muchas expectativas, pero al final del día quiero que vivas tu
vida con tus aciertos y tus errores. Quiero que aprendas a vivir y aunque estoy
para guiarte, no siempre buscarás mi consejo y cuando lo hagas no siempre será
el correcto. Es por esto que tienes que tener la valentía suficiente para
luchar por lo que quieres. Aunque no lo creas, tu peor enemigo puede ser tu propio
miedo, y eso te lleva a crear mecanismos de defensa y justificaciones resignándote
de lo que te ha tocado en la vida y lo que debes responsablemente hacer. La
realidad, o al menos por la que lucho, es que todo es accesible. Ten la
confianza de que puedes conseguir lo que quieres y te garantizo que lo
conseguirás.
Tienes casi 7 meses y te amo
con todo mi ser. Eres un niño feliz y cada sonrisa que disparas ilumina tu
entorno. Te conozco ya y te puedo decir que desde ya estoy orgulloso de ti.
Espero seamos la familia que te mereces y vamos a hacer todo lo posible por
serlo. Por mi lado siempre quise ser padre, y espero lograr tener más aciertos
que errores en nuestras vidas juntos. Todo es incierto, y por lo mismo, todo es
alcanzable. Si algo se te queda de esta carta es eso. El dinero es necesario
para vivir, pero para vivir necesitas amor. Vivir sin amor no tiene sentido. El
espacio que ocupas en mi corazón solo va a expandirse y espero estar ahí para
ti en tus malos, buenos, y mejores momentos. Con esta carta, que se ha tomado
su tiempo en materializarse, te doy la bienvenida formal a nuestras vidas.
Bienvenido mijo querido. Te amo… infinito.
Tu padre que te adora y que
espera compartir contigo tus mejores momentos.